
Este ejercicio de escritura es uno más de una lista de actos que siento que he de hacer para cerrar en paz este episodio de ansiedad y sacudirme de encima el polvo que quede...
Ando saliendo de una crisis. Mirando de frente, a los ojos, a mi sombra. Aceptando mis miedos, poniéndoles nombre y abrazándoles también.
La angustia que llegó de repente pero que ya venía dando señales y yo, aún dormida, no las atendía. Tal vez, porque esperan de mi una respuesta, varias respuestas que no me atrevo a dar.
El problema incluye las claves para dar con la solución; El problema se presenta para que de una vez por todas demos con la solución: Para poder salir de la pesadilla en la que he estado inmersa estos días atrás se me pide: ¡Despierta!