Bienvenidas Hermanas Brujas

Este es un espacio creado para poder compartir las potencialidades que nos ofrece "lo divino" al habernos dado el don de nacer en cuerpo de mujer; la capacidad creativa femenina y lo sagrado de nuestros actos cuando surgen de la necesidad y desde el amor a la vida y al universo entero con el que danzamos en armonía.

Nuestro ser cíclico nos une en comunión con los demás ciclos naturales de aquí y de allá, nos hermana con el resto de las mujeres que habitamos juntas este bendito planeta.

Con la humildad de saberme parte del todo y la alegría de sentir el todo en el centro de mi vientre, me doy a ustedes y con vos, comparto lo que llevo adentro.

sábado, 9 de enero de 2010

Caminemos sin perder de vista el deseo que nos movió a emprender el viaje


Cuando la maravilla se hace invisible a los ojos...

El impacto social, humano, que pueda tener el haber dedicado con entrega algunos años de mi vida, qué ahora reconozco como pocos, a hablar a mi hija y a mi hijo del amor, de la belleza, de las relaciones, de las mujeres. Mi acción feminista me impulsa a generar en mis hermanas la confianza de que emplearse en esta tarea no es banal.
En términos de inversión (mi simbólico aún no me permite encontrar otra expresión...); ¿no da más frutos dedicar nuestra energía a la educación de la siguiente generación que delegar su espíritu en una escuela patriarcal?.
Si nos ceñimos a nuestra experiencia, sabemos que en caso de poder poseer algún conocimiento en la cuestion, es probable, que seamos las mujeres las depositarias del mismo. ¿Qué puede decir la escuela al respecto?. Nuestra acción de trasformación social NO TRASCENDERÁ si no siembran las que saben. Nuestro "feminismo" morirá con nosotras. Mi tiempo es finito y costosa en sufrires la lucha contra el poder; y sin embargo, qué natural resulta enseñar a hablar tu lengua, tu simbólico a tus criaturas en una relación continua, desde el profundo amor sincero.
Las mujeres no deberíamos luchar por el "derecho" a que nos quiten la única posibilidad de cambio real que tiene este mundo. Estamos andando un camino equivocado dejándonos "invitar" a delegar esta tarea en las instituciones.
Si atendemos a nuestro cuerpo y el conocimiento acumulado, sabremos leer el dolor, las lágrimas o la culpa que algunas experimentamos al desaprovechar la única opción de cambio real cuando entregamos a nuestras hijas e hijos al sistema, sin necesidad de acudir a la manida "socialización diferencial" para explicar nuestro malestar.
Las mujeres tenemos conocimiento y la disposición para darnos autoridad unas a las otras. Tenemos palabra y con ella capacidad de nombrar y de crear realidad, ahora es el momento de decidir que queremos hacer con ella. Si las mujeres creemos que estamos trabajando por la causa de las mujeres, del mundo, mientras que rechazamos la posibilidad de educar y cuidar del alma de generaciones para tratar de hacerlas libres, estamos perdiendo el norte.
Se nos quiere convencer de que una mujer emancipada es aquella que no desea dar vida, y en caso de darla, delega la educación de su criatura, su posibilidad de salir del sistema, en una institución, mientras intentamos conjugar esto con el discurso de "el objetivo se alcanzará a través de la educación"...

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